Herman Cain sorprendió a los americanos con una campaña poco convencional que ha logrado posicionarlo en la escena política de ese país. Su campaña poco convencional incluye un plan de impuestos que cambiaría profundamente la forma de tributación en la mayor economía del planeta.

Este es el plan 999. Su extraño nombre proviene de 3 tarifas iguales aplicables a 3 impuestos que reemplazarían todos los demás cobrados en los Estados Unidos.

Los tres impuestos serían el impuesto a la renta empresarial con una tarifa de 9%, el impuesto a los salarios con una tarifa de 9% y un impuesto al consumo naciona la misma tarifa de 9%.

¿Tiene esto lógica? Según Cain, sí la tiene porque estimularía la inversión y el crecimiento del producto interno bruto. Los detractores han indicado lo poco elaborado del plan que traería de seguro un aumento en el impuesto a quienes hoy no pagan impuesto a la renta o lo pagan con tarifas menores al 9%. Igualmente regresivo parece ser el 9% al consumo que en los Estados Unidos no existe como impuesto nacional. Esta propuesta introduciría este impuesto que, según la teoría fiscal, es le más regresivo de los impuestos.

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